jueves, 21 de julio de 2016

Buñuelos de yuca

Historia de la yuca
La yuca, mandioca o casava es una planta nativa del Noreste de Brasil, que fue diseminada por el resto de Latinoamérica, África, Asia y Las Indias, incluyendo Filipinas y Taiwán, por españoles y portugueses. Es probable que lleve cultivándose más de 4.000 años, y aún hoy continúa siendo la base de la alimentación de más de 800 millones de personas; de hecho, se trata del cuarto cultivo más importante en los países en vías de desarrollo y el séptimo de todo el mundo.
Historia de los buñuelos de yuca
Un beignet (diminutivo de beigne, ‘buñuelo’ en francés) es un dulce que se elabora sumergiendo una fruta o una verdura en una masa bastante líquida y friéndola en aceite. La tradición de los beignets se remonta a las fiestas romanas de las calendas de marzo, en las que celebraban el despertar de la naturaleza por los ritos agrarios. Durante la Edad Media, se usaba este método para infringir las prohibiciones cuaresmales y se autorizaban los disfraces (por el hecho de disfrazar la fruta con la masa).
En Venezuela son muy populares en los Estados Miranda, Aragua, Sucre, Falcon, Lara y la región llanera. Las masas suelen ser de diferentes tubérculos. Se sirven bañados de melado de papelón, o se rocían con azúcar granulada.
Se utilizan especias dulces según el gusto y la región, en el estado Sucre se les encuentra con semillas de anís en su masa, mientras que en el estado Guarico pueden tener clavos y canela molidos, en la mayoría de las regiones el almíbar lleva especias como canela y clavos de olor. En el Estado Lara, la masa de yuca se puede mezclar con batata. En los llanos, el queso blanco rallado suele ser uno de los ingredientes en la masa de los buñuelos de yuca.


 
Buñuelos de yuca
Ingredientes
1 kg de yuca
3 yemas de huevos
1 cucharadita de sal
6 clavos de olor
2 cucharadas de azúcar
½ panela de papelón blanco

Preparación

Para el buñuelo
Se sancocha la yuca cortada en trozos, luego que esté cocida, se le quitan las venas y se tritura hasta que tenga la consistencia de una masa.
Se le agregan las yemas de los huevos, dos cucharadas de azúcar y la sal. Se amasa hasta que quede una mezcla homogénea.
Con pequeñas porciones de la mezcla, se hacen bolitas entre 3 y 5 centímetros de diámetro.
Se fríen en abundante aceite caliente a fuego alto, hasta que doren.
Se retiran del aceite y se colocan sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Para el almíbar
En una olla a fuego lento, se disuelve el azúcar restante en el agua y se añaden los clavos de olor. Se deja hervir y se cocina entre 20 y 25 minutos, o hasta que espese como melado.
Se retira del fuego y se eliminan los clavos. Se deja enfriar.En una bandeja, se colocan las bolitas aún tibias y se bañan con el melado.




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