jueves, 21 de julio de 2016

Torta Bejarana

La increíble historia de la Torta Bejarana


Faltaban pocos años ya para que Emparan fuera “despedido” de su cargo de Capitán General por el pueblo de Caracas, cuando por esas mismas calles y plazas se paseaban vendedores ambulantes que gritaban “¡La Bejarana¡ ¡Va la Torta Bejarana¡”. Esta torta, que llevaba el nombre de sus creadoras Magdalena, Eduvigis y Belén era famosa en todo Caracas hasta el punto de que era muy común escuchar: “¿Tú no has probado aún la Torta Bejarana?” La pequeña ciudad de treinta mil habitantes había sido conquistada por estas tres hermanas pardas (nombre que recibían durante la colonia las personas producto de la mezcla de blanco y negra).

Esta historia ha sido contada y recontada en textos de historia, literatura (Antonio Arráiz escribió un cuento sobre ellas titulado “No son blancas las Bejarano”) y hasta una Opera (Las Bejarano de Luis Morales Bance). Sin duda estas hermanas son reposteras ilustres de esta ciudad que no solo hacían postres de alta calidad, sino que llegaron a inventar una torta que es ya una especie en vías de extinción.

Debido a que en Venezuela no se sembraba el trigo y que la única manera de obtenerlo era comprárselo a España por cantidades de dinero muy elevadas, estas hermanitas crearon una torta que no requería el uso de la harina de trigo. El principio básico de la torta bejarana es el pan de horno rallado o desmenuzado el cual a su vez se hace de harina de maíz cariaco tostada y el plátano convertido en puré. Estos dos ingredientes junto al papelón y el ajonjolí le dan a la Bejarana ese sabor tan peculiar y caraqueño.

Se hizo tan popular esta torta que las Bejarano pudieron comprar “su blancura” con el dinero que habían ganado ya que en el año 1793 el Rey Carlos IV decretó la “Real Cédula de gracias al sacar” según la cual aquellos pardos que pudiesen costeárselo, adquirían los derechos de los blancos, por lo que obtuvieron el documento que rezaba: “Que se tenga a las Bejarano como blancas aunque sean negras.” Por supuesto los mantuanos no tomaron esto con mucha simpatía y empezaron a correr por la calle el corredillo que completaba la frase de la Cédula y que decía, “aunque negras sean”.

Torta Bejarana

Ingredientes:
• 1 plátano maduro
• 50 g de margarina
• 1 cdta. de clavos de especia molidos
• 4 cdas de ajonjolí (para espolvorear el molde)
• 1/4 panela de papelón (300 g aproximadamente)
• 1/4 taza de agua
• 125 g de queso blanco rallado
• 6 bizcochos rallados
• 6 roscas de pan de horno
• 2 huevos

Preparación:

Precaliente el horno a 375 °F (190 °C). Engrase y espolvoree con ajonjolí el molde. Cocine con suficiente agua el plátano, pélelo, y tritúrelo muy bien. Hay quienes prefieren hornear el plátano con todo y concha por, aproximadamente, 30 minutos. Tueste el pan de horno y muélalo. Derrita el papelón en el agua y prepare un melado. Retire del fuego, enfríelo y cuélelo. En un bol una todos los ingredientes y mézclelos muy bien con la ayuda de una batidora eléctrica. Vierta la mezcla en el molde, preferiblemente refractario. Hornee por 45 minutos, aproximadamente. Retire del horno y deje enfriar.

Mandoca Zuliana

Historia del Plátano
Según cuenta la historia, tiene su origen en Asia meridional, y llegó al Mediterráneo desde el año 650. Desde el siglo XV se conoce en las Islas Canarias, lugar desde donde fue exportado hacia el continente americano en 1.516. El cultivo comercial se inicia en Canarias a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Mandocas Zulianas

Ingredientes
1 kilo de harina de maíz
2/3 de panela de papelón
1 kilo de queso blanco (duro o semiduro) rallado
1 plátano pintón
7 tazas de agua
Aceite para freír

Preparación
Se disuelve el papelón en 6 tazas de agua y se deja enfriar.
Se sancocha el plátano hasta quedar blando y se hace puré con él. Al agua de papelón se le añade la harina de maíz y se mezclan hasta lograr una preparación homogénea.
Luego, a la masa se le añade el plátano machacado y la mitad del queso y se sigue amasando hasta que se hayan unido bien todos los ingredientes.
Para hacer las mandocas, se hacen bolitas de masa (más grandes que un limón pero más pequeñas que una naranja) y que luego se les da forma de rolitos, bastoncitos, etc.
Estos rolitos se unen por los extremos y ya tienen las mandocas con su forma característica (forma de gota con un hueco en medio).
La séptima taza de agua es para ir ablandando la masa agregándole agua poco a poco si es que quedo muy dura, ya que debe quedar firme para que no se enchumben al freírlas pero si queda muy dura la masa entonces se parten o se agrietan los rolitos cuando se unen los extremos.

Se fríen en abundante aceite bien caliente, primero de un lado y luego el otro hasta que estén bien doraditas. Estando listas, lo que resta es comérselas

Buñuelos de yuca

Historia de la yuca
La yuca, mandioca o casava es una planta nativa del Noreste de Brasil, que fue diseminada por el resto de Latinoamérica, África, Asia y Las Indias, incluyendo Filipinas y Taiwán, por españoles y portugueses. Es probable que lleve cultivándose más de 4.000 años, y aún hoy continúa siendo la base de la alimentación de más de 800 millones de personas; de hecho, se trata del cuarto cultivo más importante en los países en vías de desarrollo y el séptimo de todo el mundo.
Historia de los buñuelos de yuca
Un beignet (diminutivo de beigne, ‘buñuelo’ en francés) es un dulce que se elabora sumergiendo una fruta o una verdura en una masa bastante líquida y friéndola en aceite. La tradición de los beignets se remonta a las fiestas romanas de las calendas de marzo, en las que celebraban el despertar de la naturaleza por los ritos agrarios. Durante la Edad Media, se usaba este método para infringir las prohibiciones cuaresmales y se autorizaban los disfraces (por el hecho de disfrazar la fruta con la masa).
En Venezuela son muy populares en los Estados Miranda, Aragua, Sucre, Falcon, Lara y la región llanera. Las masas suelen ser de diferentes tubérculos. Se sirven bañados de melado de papelón, o se rocían con azúcar granulada.
Se utilizan especias dulces según el gusto y la región, en el estado Sucre se les encuentra con semillas de anís en su masa, mientras que en el estado Guarico pueden tener clavos y canela molidos, en la mayoría de las regiones el almíbar lleva especias como canela y clavos de olor. En el Estado Lara, la masa de yuca se puede mezclar con batata. En los llanos, el queso blanco rallado suele ser uno de los ingredientes en la masa de los buñuelos de yuca.


 
Buñuelos de yuca
Ingredientes
1 kg de yuca
3 yemas de huevos
1 cucharadita de sal
6 clavos de olor
2 cucharadas de azúcar
½ panela de papelón blanco

Preparación

Para el buñuelo
Se sancocha la yuca cortada en trozos, luego que esté cocida, se le quitan las venas y se tritura hasta que tenga la consistencia de una masa.
Se le agregan las yemas de los huevos, dos cucharadas de azúcar y la sal. Se amasa hasta que quede una mezcla homogénea.
Con pequeñas porciones de la mezcla, se hacen bolitas entre 3 y 5 centímetros de diámetro.
Se fríen en abundante aceite caliente a fuego alto, hasta que doren.
Se retiran del aceite y se colocan sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Para el almíbar
En una olla a fuego lento, se disuelve el azúcar restante en el agua y se añaden los clavos de olor. Se deja hervir y se cocina entre 20 y 25 minutos, o hasta que espese como melado.
Se retira del fuego y se eliminan los clavos. Se deja enfriar.En una bandeja, se colocan las bolitas aún tibias y se bañan con el melado.




Arroz con leche

Historia del Arroz
Existen varias versiones sobre  los primeros cultivos de arroz,  la versión concluyente es que aparecieron hace

5.000 años a. en China y Tailandia para luego propagarse otras zonas de Asia. El arroz llega  España con la conquista por parte de los moros en el 700 d.c y se expande al resto de Europa. Llega a Sudamérica con la conquista de los españoles a estas tierras, a comienzos del siglo XVIII.

Historia del arroz con leche
Sobre el origen del Arroz con Leche, parece ser que en la zona de Cataluña y Valencia se ofrecía el “MenjarBlanc” (manjar blanco) cuyo ingrediente tradicional era la almendra y como base se utilizaban las pechugas de gallina, el arroz y el azúcar. Pero este postre sólo estaba presenta en las mesas de la gente pudiente. Es por esto que se cree, que debido al abaratamiento de las especias, los cocineros ingeniosos llegaron a elaborar en el siglo XVII un arroz con leche como plato simple, sin tropezones, es decir, para la gente más humilde.
 
Receta de Arroz con Leche
Ingredientes:
- Leche entera, un litro
- Azúcar, 100 gramos
- Arroz redondo, 100 gramos
- Leche condensada, 200 ml
- Piel de un limón
- Canela, una rama
- Canela en polvo

Preparación:
Para empezar a preparar este arroz con leche condensada vamos a poner a calentar el litro de leche entera en un cazo a fuego suave. Procura que el cazo sea de un tamaño adecuado para cuando el arroz aumente de tamaño. Mientras la leche comienza a calentarse, vamos a añadir una rama de canela y la piel de un limón, que previamente habremos lavado bien.
Esperamos a que la leche comience a hervir para agregar el arroz, el cual os recomendamos que sea arroz de grano redondo o también llamado "bomba", ya que es el ideal para preparar el arroz con leche, aunque si prefieres emplear otro tipo, puedes hacerlo a tu gusto. Es recomendable poner el arroz en agua durante unos minutos antes de echarlo al cazo, para que así pierda parte de su almidón y nos quede más sueltecito una vez tengamos listo el arroz con leche.
Una vez añadido el arroz a la leche, removeremos mientras se calienta, y una vez comienza a hervir de nuevo, bajamos la intensidad del fuego y dejamos que se cueza a fuego suave durante unos veinte minutos aproximadamente. Pasado este tiempo sacamos la rama de canela y el trozo de piel de limón y comprobamos que el arroz está tierno y no ha consumido toda la leche, por si necesitamos agregar un poco más. Una vez esté en su punto, agregamos la leche condensada al cazo y también el azúcar, subimos la intensidad de fuego y mantenemos removiendo unos minutos para que se mezclen los sabores. Es muy importante no parar de remover para que la mezclar no se pegue ni se queme, durante unos 5 minutos.

Pasado ese tiempo apartamos el cazo del fuego y dejamos que se temple a temperatura ambiente durante unos minutitos. A continuación sólo nos queda repartir el arroz con leche condensada en los diferentes moldes individuales que queramos o bien en un recipiente único, y lo dejamos enfriar del todo en el frigorífico, para servirlo frío. Cuando ya no esté caliente, decoramos por encima con canela en polvo espolvoreada cubriendo la parte de arriba del recipiente o recipientes. Y a disfrutar de este riquísimo arroz con leche condensada.